martes, 27 de julio de 2010

El señor de la marquesina

Al otro lado de la calzada del edificio en que vivo hay una marquesina de autobuses, y en ella, día tras día, observo desde mi ventana a un hombre de mediana edad. No será mayor de cincuenta y pocos años. Sentado en el banco , con una lata de cerveza en una mano o con las manos sobre las rodillas o en la cara. La misma ropa todos los días, en la misma marquesina, a la misma hora.

Y yo todos los días me asomo mientras me preparo el desayuno, y miro por la ventana, a la misma hora, y veo que está allí, con la misma ropa, con los mismos gestos, día nublado tras día nublado.

Y me pregunto cómo será la vida de este hombre

sábado, 24 de julio de 2010

Big brother is watching you

Había leído y escuchado que el Reino Unido era el país en el que la población podía sentirse observada por más cámaras de vigilancia a lo largo del día. En estos días lo estoy comprobando. En mi caso concreto, una cámara vigila mi alojamiento (por mi seguridad), el autobús en el que me monto (por mi seguridad), el carril en el que el autobús circula (por la seguridad del autobús, supongo...), la esquina del hospital por cuya fachada paso, la entrada del museo al que voy, el supermercado en el que compro, la estación del tren en la que espero pacientemente que los impuntuales privatizados trenes ingleses me lleven a mi destino, la estación del tren en la que me bajo, el camino que hago hasta la universidad....No sé si en España hay tantas cámaras o es que venía prejuiciado, pero lo cierto es que en este país alguien está haciendo un negocio redondo con el miedo y la sensación de la inseguridad de los demás.

Para ponerle humor al asunto, en los autobuses hay un letrero que dice: "Smile, you are on CCTV" (sonríe, estás en un circuito cerrado de televisión...), y para ponerle realismo al asunto, hay un anuncio en las marquesinas de los autobuses en el que un señor con cara de pocos amigos dice"Don´t trust in anybody" (no te fíes de nadie)

Pero también hay otros carteles: en la puerta de la Iglesia de los quákeros, en pleno centro de la ciudad en que me encuentro, hay una leyenda: "The route for war is fear, the route for peace is trust" (la ruta para la guerra es el miedo, la ruta para la paz es la confianza"

¿Cómo vamos a poder cultivar la confianza en el otro en un país lleno de cámaras dé vigilancia?