No hay peor sordo que el que no quiere oir...

Esta frase me venía a la  cabeza cuando veía cómo algunos de los más brillantes expedientes universitarios negaban el saludo al ministro de Educación enfundados en la camiseta de la marea verde con motivo de la entrega de los premios nacionales fin de carrera o cómo la mejor nota de la selectividad de este año iba vestido con la camiseta verde y rodeado de compañeros que también la llevaban.  Es evidente que el ministro tiene un plan y quiere ponerlo en marcha a costa de lo que sea. Es evidente que no quiere oir. El problema del señor mininstro es que hasta que la ciudadanía le haga entrar en razón, la educación pública habrá sufrido un daño irreparable.

No time for surrender!

In harsh times is important to renew compromise with truth, to unveil false assumptions and to stand firm in one´s rights. Only these principles will help us in  living with dignity and rising  the chin up