El año que hoy termina verá a muchos brindando a modo de conjura para que 2012 les cambie la suerte a mejor , o al menos para que no les despidan, no les desahucien, no les cierren la casa en la que se esconden de sus agresores, no les retrasen todavía más la ayuda a la dependencia, no les expulsen del país no tener papeles, no les obliguen a tener que emigrar a Alemania porque en España no hay trabajo para arquitectos, biólogos...
Esta noche habrá otros que brindarán por lo bien que les ha ido el año. Porque han ganado más dinero que nunca -¿recuerdan a Alessio Rastani el broker de la city que soñaba cada noche con crisis como esta? -Porque han ganado las elecciones y ahora pueden aplicar, con motivo de la crisis, esos recortes que siempre desearon hacer.
2011 termina con más miedo, más inseguridad y más precariedad que 2010, 2009 y 2008, pero también acaba con más gente concienciada de sus derechos, con más gente que- de modo pacífico se concentra en las calles exigiendo más transparencia y más calidad demomcrática.
Con el recuerdo de los que nos dejaron en estos años y cuya memoria luminosa nos acompaña podemos brindar:
1) Para que en 2012 los ciudadanos perdamos el miedo a reivindicar nuestros derechos sociales
2) Para que redescubramos el valor de lo comunitario y lo fraterno, el valor de compartir en lugar de competir
3) Para que podamos algún día encontrar a una clase política más comprometida con los ciudadanos y su bienestar que con los mercados y el déficit
4) Para que redescubramos el valor de una austeridad frente al consumismo alienante que estas navidades nos siguen proponiendo.
5) Para que el miedo no embote nuestra capacidad de empatizar con los últimos.
6) Para que construyamos cada minuto de este año espacios fraternos, transparentes y asertivos en nuestras relaciones cotidianas.
7) Para que sepamos discernir los signos de este tiempo con lucidez y veamos sus potencialidades
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