martes, 5 de febrero de 2013

la boutade


Hace un par de semanas me estremecí al escuchar de una persona que conceptuaba apacible un comentario que creía relegado al  rincón más oscuro de los malos recuerdos: "Esto sólo se soluciona entrando en el congreso con unas metralletas" , espetó. Me froté los ojos. Me pregunté, incrédulo, si era verdad lo que había oído y  acerté a responderle: "Pero por Dios ¿qué estás diciendo? " ¿Cómo puedes decir estas cosas, aquí, a la puerta de un colegio donde tus hijos van a aprender valores de civismo y convivencia? . Ël, sonreía, ufano, satisfecho de su boutade.

No paré de dar vueltas al episodio durante todo el día, mientras hacía mentalmente una lista de todas las personas que conocía y en cuya boca se podía poner perfectamente esa frase. Me asusté más al ver que no eran ni una ni dos...

En estos tiempos de miedo y confusión se están soltando las lenguas y los instintos, se pierde el pudor y el impúdico se jacta.  Pescadores sin escrúpulos pescarán buenos besugos en estas aguas revueltas si no se pone remedio.

No hay comentarios: