En los países del Primer Mundo y en el nuestro en particular se juega al despiste, de modo que las grandes tragedias que asolan a los países del Sur y a sus habitantes se "cuelan" en nuestras pantallas cuando ya no hay modo de ocultarlas dado el volumen de las mismas (y si no fijémonos en cómo estos verdaderos dramas (hoy Myanmar, ayer Eritrea) están rodeados de otros tremendos dramas que afligen a otros millones de habitantes pero que no han cruzado el umbral de lo escandaloso. O sea que actuamos como si sólamente pasara lo que pasa en el país que nos señalan los medios de comunicación y no en otros.
Hay sin embargo un problema muy grande que lo será más. El Hambre. Hambre que sufren más de 845 millones de personas de nuestro mundo (según Jean Ziegler) Esto equivale a la población de 20 Españas llenitas de españoles (e inmigrantes) todas ellas ¿me siguen?. Bueno, pues, además de los retazos que nos presentan los medios de comunicación, nos enteramos de la existencia de estos "muertos de hambre" (nunca mejor dicho) cuando llegan en patera o intentan saltar las verjas y los fosos que los ponemos
Esto es lo que hay. Pero lo que hay lo hemos causado en buena medida desde aquí...y actuamos como si no lo supiéramos (saskia sassen dixit) volviendo a hacernos los ¿suecos? ¿españoles? o simplemente despistados.
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