Ayer por la tarde, en el Estadio Santiago Bernabéu, 75.000 personas que no tenían nada mejor que hacer se encerraron a ver a Cristiano Ronaldo.Una persona que ganaba más de lo que costaba pagar la entrada a un partido de futbol de la liga de esas 75.000 personas juntas.
Una masa enfervorizada, un presidente pletórico y una imagen de haber vivido un momento histórico de esas personas que acudieron al evento.
Hoy decenas miles de personas, en Los Angeles, se dan cita en el Staples Center para despedir a Michael jackson. Esta gente pagará entrada y también comentará haber vivido un momento histórico.
Me llama la atención la actitud de amigos y conocidos, comprometidos con sus ideas políticas, transformadores, implicados...que separan el futbol, su espectáculo, sus millonarias ganancias...de la realidad y se sumergen en esa ola mediática tan alienante como narcotizante.
Lo que pasó ayer en el Bernabéu es, sencillamente, de vergüenza. Y de vergüenza es que no haya críticas en los medios de comunicación ante tan malos usos
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