Sucedió casualmente ayer. Mucho se había hablado de la casual coincidencia del día de presentación de las medidas de la nueva reforma laboral del Gobierno con el partido de estreno de la selección española en el Mundial de Sudáfrica. Que si era intencionado, que si no...Uno empieza a creer poco en las casualidades de este tipo, máxime cuando el calendario del Mundial de futbol se sabía hace bastante tiempo y cuando en el Consejo de Ministros del Gobierno de España hay un ministro como el del interior, conocido por su astucia. Pero me consta que también se tuvo en cuenta la fecha del primer partido de España por parte de los Sindicatos a la hora de anunciar la Huelga General primero, y su fecha después,precisamente para no diluir el efecto del anuncio de la misma
Ayer perdió su primer partido la selección española de futbol (La de los 600.000 euros per capita, final mediante) , Oh desilusión. Intuyo que eso va a afectar al ánimo colectivo de muchos ciudadanos de este mi país que se agarraban a la selección como muleta terapéutica-emocional-válvula de escape en un momento de crisis como el que nos azota. Me temo también que cualquier anuncio de rebajas en derechos que se haga , al menos hasta el próximo lunes (fecha del próximo partido de la selección) se encontrará con muchos ciudadanos doblemente cabreados.
Y hablando de casualidades, les cuento que ayer mismito, a la mismita hora del partido, las piquetas demolieron un bloque de viviendas en el barrio de Vallekas en Madrid habitado por unos pocos vecinos que previamente habían sido desalojados de sus casas. Mucha, mucha policía. Máquinas a tutiplén y unos pocos espectadores voluntarios (yo era espectador accidental): los desalojados que se abrazaban consternados.( el resto de los vecinos estaban pendientes del partido) mientras veían como se caían sus viviendas...y sus derechos
Y hablando de rebajas les cuento que ayer mismito, me llegaban dos relatos de dos víctimas de los mismos.
Uno, de una empresa de limpiezas ubicada en Madrid que a todos los nuevos trabajadores les hace firmar, junto con el contrato de incorporación a la empresa, una solicitud de baja voluntaria sin fecha, de modo que al mismo tiempo que están contratados también están despedidos, maquiavélico ¿no?. De ese modo pueden presionar sin límites a sus trabajadores y ahorrarse la exigua indemnización por despido cuando los echan a la calle.
Dos, de una gran compañía de seguros española, probablemente la más importante, dos de cuyos inspectores acudieron al domicilio de una empleada que se encontraba en baja por maternidad y no precisamente para interesarse por su salud o por la salud del nacido, sino para exigirle que se diera de baja voluntariamente de su trabajo. Ante la negativa de la empleada, que se confesaba viviendo en una realidad surrealista, los inspectores se marcharon. Pocos días después de su incorporación a su puesto de trabajo, la empleada recibió carta de despido por razones objetivas.
Les cuento que en ninguno de los dos casos hubo denuncia por miedo a figurar en listas negras.
Así funciona el miedo.
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