Una de las noticias que han pasado desapercibidas este verano es la de que el gobierno ha abierto la puerta a la privatización del sistema ferroviario español. Previamente se habían dado algunos pasos para este fin, separando a renfe (transporte) de adif (infraestructuras ferroviarias).Pero la vicepresidenta del Gobierno a mediados de julio avanzó que la intención del gobierno era adelantar la privatización a 2013 subdividiendo la compañía en 4: una dedicada a viajeros, otra a mentenimirnto, otra a mercancías y otra a material rodante.
La desaparición del sistema público ferroviario es un gravísimo error político pero también será una catástrofe económica y redundará en peor calidad del servicio y en un aumento de las tarifas para los viajeros.
Pongamos el ejemplo del Reino Unido.El sistema ferroviario británico, privatizado en abril de 1.994 con la aprobación de la Railway´s Act, ha supuesto que, tal y como publicaba el diario Daily Mirror el día 15 de agosto, el coste de un billete de tren para una distancia aproximada de 35 km (el equivalente al trayecto Madrid- Villalba) fuera sis veces más caro en el Reino Unido que en España. Este periódico publicaba bajo el titular: UNFARE! lo siguente:
"la privatización de nuestros ferrocarriles fue una desgracia nacional. Después de 18 años, los pasajeros están pagando hasta 10 veces más por sus billetes que en otros países europeos, y el contribuyente está pagando por la compañía más de tres millones de libras que cuando la empresa era pública"
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Una vez más es importante la concienciación para no perder este servicio público esencial que permite la comunicación de personas y poblaciones.
Ken Loach presentó magistralmente los efectos de la privatización en los ferrocarriles británicos en su peícula: "la cuadrilla". Existe un enlace a youtube donde se puede ver un trailer de la película
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